viernes, 2 de mayo de 2014

Crítica: 'Nymphomaniac. Volumen I' (Lars Von Trier, 2013)


'Nymphomaniac. Volumen I' (Lars Von Trier, 2013)




"El ingrediente secreto del sexo es el amor"


El polémico y atrevido director danés Lars Von Trier (Dogville, Rompiendo las olas, Melancolía...) vuelve a demostrar el gran talento que atesora en esta epopeya sexual con un claro carácter dramático. El cine de Von Trier nunca está exento de controversia por su atrevimiento a la hora de contar historias y de ser tan específico para plasmar todo lo que corre por su mente en la pantalla. Puede ser odiado por comentarios juiciosos y por opiniones claramente susceptibles para muchas personas... eso es algo que yo no voy a discutir  pero lo que tengo claro es que es un cineasta único, su manera de hacer cine es francamente singular y sus historias enganchan sobremanera. Una vez que te adentras en su implacable telaraña filosófica te costará desviarte de ella, pues sus películas hacen que no pueda pestañear con la sensación permanente de retención visual y sensitiva con lo que nos está mostrando. 

Es un tipo innovador, escribe historias arriesgadas donde sabe que no encontrará la gratitud de muchos pero si el beneplácito de otros, donde me incluyo, ya que su obra dramática sexual me ha parecido abrumadora. Una manera única de crear ese mundo atroz dándole un toque personalísimo, de enlazar metáforas con aspectos cotidianos de la vida y de la cronología que estamos disfrutando en ese momento, y es que un film del director danés nos hará permanecer constantemente pensativos, dándole vueltas a todo lo que entra por nuestra vista.

El guión gira en torno al tema sexual explícito, contado sin pelos en la lengua tanto en escritura como en puesta en escena, pero el trasfondo emocional dramático es lo que da forma al contexto de la tortuosa vida de Joe (Charlotte Gainsbourg). Un desarrollo repleto de referencias al arte, la música, la religión y la literatura. Siempre aprendemos algo nuevo con una película de Lars Von Trier, todo minuciosamente definido sin un resquicio a la improvisación barata, nada que se escape de las manos, si no es el sentido metafórico y filosófico de muchos aspectos existenciales, será una nota de Bach o una mención a la composición numérica de Fibonacci. Una cátedra de información cultural mezclada con el drama más cruel y oscuro solo podría salir de la mente de un maestro.

Nos adentramos en la historia de una ninfómana contada por ella misma, desde la cama de un solterón que la encuentra herida y casi inconsciente en un callejón ofreciéndole cobijo en su casa. Sintiendo curiosidad por conocer como ha llegado esa desdichada mujer a tal situación, ella le ofrece contarle su tortuosa vida desde el principio. Relatos de una vida cruel, llena de conflictos y turbias relaciones donde el sexo es el corazón de toda la crónica. No esperen una película pornográfica, pues sería un insulto a la inteligencia y al buen hacer compararlo con esta obra. Un drama desgarrador y tenebroso donde el alma humana será aporreada en más de una ocasión sintiéndose desnudo frente a la ingenuidad de la mente. Encuadres y planos perfectos, aderazados con una música (tema principal del grupo alemán 'Rämmstein') perfectamente integrada y una calidad técnica magistral.

Todo el guión desprende personalidad sin complejos, a pesar de contener escenas altamente surrealistas, la trama simplemente es fascinante con un desarrollo cargado de dramatismo que escandilará al público y lo hará permanecer sentado en su butaca con sensación de atracción permanente. Encontraremos un desenlace abierto, puesto que la trama tiene continuación en una segunda parte estrenada poco después de esta primera película, donde nos dejará con las ganas de conocer más sobre la vida de Joe y el esperado epílogo.




Una forma directa y sin tapujos de contar una historia arriesgada, de una calidad inmensa y a un nivel técnico magistral. Personajes caracterizados de manera sobresaliente, unas líneas de guión fascinantes (a pesar de cierto aire surrealista en el desarrollo de algunas escenas) y un relato de crueldad es lo que nos espera en esta cinta erótica. Todo mediante una puesta en escena fantástica con sello propio de calidad Von Trier. Fácilmente de anhelar, difícilmente de olvidar. 


Valoración: [8/10]
★★★★★



Paco Garrido

6 comentarios:

  1. Impresionante Von Trier. Estoy de acuerdo con tu crítica, me gustó mucho la forma con la que ha contado las cosas, el relato de Joe, la música, todo en la película encaja perfectamente. A mi desde luego se me hizo corta y estaba deseando ver la segunda parte. Felicidades por la crítica porque como siempre te lo has currado y esperaré a ver tu opinión sobre nymphomaniac II. Un saludo ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario "Anónimo". Claramente estamos ante un cineasta atrevido y rompedor, cada vez que me siento a ver una de sus obras me invade esa sensación de atractiva perplejidad, atrapándome por completo dentro de su imaginativa telaraña cinematográfica. Coincido en que se me pasó el tiempo volando. Como siempre gracias por halagos, seguiremos hasta que el cuerpo aguante. Nymphomaniac II is coming...

      Eliminar
  2. He visto los dos volúmenes de "Nimphomaniac" y además en vose. Con el inefable Lars me sucede que no me llevo con él demasiado bien. De hecho siempre me parece que el disfrazado payasete (y muy listo) danés siembra entre col y col desabridas lechugas. En sus comienzos me disgustaron sobremanera “El elemento del crimen” y “Europa” y me sorprendió su excelente “Medea” para la TV – más inventiva y menos críptica que la de Pasolini - , de su período “dogmáticos” me lo pasé bomba con la provocación de “Idioterne”, más tal placer resultó efímero. Von Trier enseguida se tomó a sí mismo en serio y se autoproclamó – sin general consenso – gran autor e intelectual de postín. Ni lo uno, ni lo otro. Odié “Rompiendo las olas” (bueno, no tanto), “Bailar en la oscuridad” (aquí mi furia alcanzó a la chillona cantante islandesa Björk, la hubiera estrangulado), amé “Dogville”, detesté “Manderlay”, me sentí estafado por “El jefe de todo esto”, hubo secuencias de “Anticristo” que me impactaron – el arranque con la muerte del niño a los hermosísimos sones del “Lascia io piango” haendeliano – y otras que más que asco me produjeron risa por gratuitas.

    “Nimphomaniac” no me reconcilia con el exhibicionista danés (y me gusta muchísimo el cine que se viene haciendo en Dinamarca en los diez últimos años y que aquí – con las excepciones de S. Bier y T. Vitenberg – no solemos ver, (tampoco parece que la más meridional Escandinavia sea un Estado del santísimo Imperio USA de James Gray o Terrence Malick). Cinco horas de cine bastante convencional y que evoca a cualquier película de episodios. Porque eso es lo que propone la nada escandalosa obra: sketches diversos, entre los cuales tan solo me resultan muy divertidos el de Umma Thurman y el sadomasoquista de Jamie Bell. Con un final previsible desde el principio, “Nimphomaniac” es susceptible de causar honda decepción a cinéfilos y…..erotómanos con flecos de porno adictos.

    Saludos cordiales
    blog "vergerus"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario Luis Betrán. No te veo muy contento con la obra dramática sexual de Von Trier, ciertamente, a mi me ha sorprendido gratamente. Aún no he visto la segunda parte (esta crítica solo pertenece a la primera) y el final espero que sea altamente satisfactorio, pues estoy deseando evadirme de todo y seguir disfrutando de la compleja historia de la ninfómana Joe. El polémico director danés tiene un estilo único a la hora de hacer cine, innova y creo que magnifica el arte a extremos insospechados haciendo de sus películas un producto singular. Nymphomaniac es la tercera película que veo de él, tras 'Dogville' y 'Anticristo'. El prólogo de 'Anticristo' con blanco/negro, todo a cámara lenta, con planos y encuadres magistrales mientras escuchamos la inolvidable música de Lascia ch'io pianga es simplemente una maravilla. En todas te invade esa sensación de perplejidad ante una obra maestra, sin dejarte pestañear ante lo que fluye en la televisión y todo contado con cierta filosofía existencial que hace más atrayente el relato. No hace falta decir que ese atractivo emerge de buenos guiones aderazados con una música que se complementa excelentemente con las imágenes que estamos contemplando. Me encantan el cine que he visto hasta ahora de Lars Von Trier, creo que solo un genio puede dar una cátedra de cultura general en cada cinta mientras se atreve a contar historias polémicas y con estilo propio. Puede ser amado u odiado pero su cine no deja indiferente a nadie, y eso es algo que valoro mucho.

      Saludos y gracias por dejarnos tu opinión ;)

      Eliminar
  3. La palabra genio o la denominación "obra maestra" se ha usado, y se usa, de una forma desorbitada en lo que al cine se refiere. Si atendiéramos a lo que podemos leer en revistas especializadas, observamos que en sus poco más de 100 años de historia, el cine ha crado más obras obras maestras que la literatura, la música (clásica o no), el teatro, las bellas artes......juntas. Lo mispo es aplicable al calificativo de genio. Volviendo a Lars von Trier ni le considero un genio (los que ha dado el cine no creo que superen le treintena), ni en su filmografía detecto ninguna obra maestra. No obstante, observo que he sido algo injusto con el danés.Porque si que hay una película suya que me pareció cercana a tan suprema categoría: "Melancholia". Te adjjunto un texto mío sobre esta extraordinaria obra aparecido hace ya bastante tiempo en mi blog "vergerus". No te pierdas este film.
    MELANCHOLIA, de Lars Von Trier
    Tampoco este danés petulante se cuenta entre mis afinidades electivas. El tipo es patoso, pagado de si mismo y....sumamente listo. Me gustaron "Los idiotas" - el film más dogmático del Dogma 95 - y "Dogville" y eso es todo. Pero Lars parece haber tomado nuevos derroteros en sus dos últimos films. La controvertida "Anticristo" me fascinó y repelió a partes iguales y es el film que conduce a esta extraordinaria "Melancolía" que se sitúa justo en las antípodas de "El árbol de la vida". Aquí no hay Dios, ni Cielo ni Gracia Divina que valga. "Melancolía" es el nombre de un planeta que va a chocar irremediablemente con La Tierra provocando el fin del mundo. Pero ¿de que mundo?. Dividida en dos partes de desigual duración: "Justine" y "Claire", Kirsten Dust y Charlotte Gainsbourg respectivamente. He visto dos veces la película y confieso que el segmento primero me molestó en un primer visionado ya que no me pareció otra cosa que un breve remake de otro film "dogmático" por excelencia: "Celebración" de Thomas Vitenberg. A la segunda va la vencida y ahora comprendo que es absolutamente imprecindible del mismo modo que Justine no es sino una extensión del personaje que, curiosamente, Charlotte Gainsbourg interpretaba en "Anticristo". Una melancólica que allí y aquí lo que busca es su propio suicidio. Luego ¿es Melancolía un planeta o un sueño de Justine que fantasea no con el fin del mundo sino con su propia y ansiada muerte?. A Justine ya no le queda el asidero de la familia, tan solo la compañía de su hermana y un niño (¿el bebé resucitado de "Anticristo") en un diálogo de extrema belleza conjugado con el"Tristan e Isolda" wagneriano. Como es sabido Wagner buscaba la "obra de arte total" y esa ópera ultrarromantica, y a la vez madre formal de toda la gran música que vendría despues, fue su mayor logro. Esa "obra de arte total" ha sido, es y será imposible, pero es el cine y solo el cine el que puede conjuntar más elementos para alcanzarla. Y los llamados cineastas "pretenciosos" (y a mucha honra) la han buscado con ahínco. De Eisenstein, Murnau, Stroheim, Ophüls, Visconti a Welles, Kubrick, Bergman, Tarkowsky o Sokurov. Escribo sobre los más ambiciosos, no de aquellos otros tan esenciales pero evidentemente más humildes y modestos: Ozu, Ford, Lubitsch, Rossellini, Pagnol, Dreyer, Hawks, Huston, Wyler y tantos y tantos mas. Lars Von Trier pertenece obviamente a la categoría del todo y en "Melancolía" ha justificado su irregular trayectoria. Este maravilloso film es elegíaco, lírico, romántico y bello hasta esa explosión final que rehuye cualquier "efecto especial o digital" y deja la pantalla en un abrasador blanco. Y a la música de la eternidad de Wagner sonando,sonando.....

    Un cordial saludo
    LuisB
    Evidentemente, el cine de Lars Von trier no deja indiferente a nadie. Un placer charlar contigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Luis, creo que esa frase que ambos dictamos es lo que más representa el cine de Von Trier: no deja indiferente a nadie. Ese nadie es muy importante, porque incluso a los que más películas llevan a sus espaldas pueden inquietarse ante lo que está viendo y eso es muy complicado de obtener. Coincido en que genio y obra maestra se dice muy a la ligera, a veces el cine del controvertido director danés me ha hecho plantearme si estoy en lo cierto llamándolo así... Me has convencido con tu fantástico texto sobre 'Melancolía' y me dispondré a verla en cuanto pueda. Como siempre se aprende muchísimo de tus escritos y espero que sigamos hablando de este mágico arte en futuras ocasiones. Un placer, como siempre.

      Saludos!

      Eliminar