viernes, 23 de agosto de 2013

Crítica: 'Dersu Uzala (El cazador)' (Akira Kurosawa, 1975)


'Dersu Uzala (El cazador)' (Akira Kurosawa, 1975)



Akira Kurosawa (Yojimbo, Los siete samurais, Ran...) uno de los maestros cinematográficos más influyentes del cine asiático clásico y moderno, nos ofrece una historia sencilla pero con un mensaje de amistad irrevocable. Sorprendentemente en la época de rodaje de este film, el cineasta japonés cayó en desgracia en su país natal. Esta cinta que fue galardonada con el Oscar a mejor película de habla no inglesa y el éxito internacional que cosechó ayudaron a restaurar la reputación del director, demostrando su genuino talento para contar historias humanas y no solo divertimentos de acción samurai. Dersu Uzala personifica la naturaleza y todo su vasto esplendor en una mente abierta y un hombre pequeño con un corazón terriblemente humano, apegado con el mundo natural.

La historia nos enmarca en la taiga siberiana, donde un grupo comandado por el capitán Vladimir Arseniev viaja en laborales geológicas. La dureza de la zona y la supervivencia humana le permite conocer a un personaje como Dersu Uzala, un cazador solitario que le muestra como aprender a vivir en armonía con la madre naturaleza, tan apaciguadura a veces y tan mortal otras. Conoce el mundo de otra manera, le hace ver la grandeza de la tierra mediante la sencillez de sus palabras y actos hacia ella, obsequiándole con una amistad irrefutable donde nunca nada volverá a ser como antes.


En esta vasta película, dominada por impresionantes paisajes vacíos, es también una pieza íntima de dos personajes contruida por pequeños gestos y una sencilla narración marcada por el amor entre los aparentes opuestos. El mensaje de la cinta es claro, conciso, sencillo, directo y con un marco incomparable. Una fotografía francamente especial y potente, adornada con unos decorados tremendamente vistosos y de una calidad excelente. El guión nos deja algunas frases memorables de Dersu hacia su querida y añorada vida natural y libre, lleno de valores atemporales. La dirección es sobria y clara, con planos largos a la antigüa usanza, magnificando los detalles dentro de la realización de la película. Lo reprochable que le podemos dictaminar a la cinta de Kurosawa es algunas partes lentas y algo tediosas, contadas por minutos, que no disminuyen para nada la calidad de la misma. Como curiosidad, Kurosawa ya había planeado una versión japonesa de la historia en la década de 1940, pero no pudo llevarla a cabo.




Un canto a la amistad de dos generaciones y ámbitos de vida totalmente diferentes, acompañados por una maravillosa fotografía que nos muestra lo encantador que puede ser adentrarse en esta historia de naturaleza clásica, donde un maestro enseña lo que realmente importa en la vida.


"Creo que la gente debería ser más humilde ante la naturaleza, porque formamos parte de ella y debemos vivir en armonía... podemos aprender mucho de Dersu." Akira Kurosawa



Valoración: [8/10]      
★★★★★★★★★★




P. Garrido 

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